Me espera una etapa larga (29 kms), un recorrido por encima del promedio que mantuve en las etapas anteriores. Contra lo que esperaba, el día amanece con un buen sol y agradable temperatura; el clima se mantiene así durante toda la mañana. Camino disfrutando el paisaje y los pequeños pueblos cargados de historia. (abajo: clic para ampliar)
Tras los primeros 14 kms -poco después de mediodía- llego a Melide, luego de pasar el bonito puente que se levanta sobre el río Furelos (hecho en piedra y granito, su construcción data del siglo XIII).
- Poco después aparece la Avenida Lugo, donde pasamos frente a tres pulperías (Mosquera, A Garnacha y Ezequiel) a medida que avanzamos. La Pulpería Ezequiel es un sitio que mucho se comenta entre peregrinos, pero en A Garnacha preparan un mejor pulpo, en mi opinión. Su caldo gallego es muy bueno y la torta de queso merece francos elogios.
- Como suele ocurrir en estos establecimientos, hay otros platos que realmente vale la pena probar. En todo caso, en Melide encontrará varias de las tentaciones gastronómicas que ofrece el Camino.
"Pulpería A Garnacha"
Tras invertir más tiempo del previsto en el almuerzo, doy un breve paseo. Deben haber al menos ocho albergues de peregrinos en el pueblo y uno de ellos me llamó la atención, el Albergue O Cruceiro: se trata de un edifico restaurado y habilitado para el hospedaje de peregrinos. Una particularidad es que tiene ascensor: llega a tres plantas de la edificación. O Cruceiro está céntricamente situado, cercano a la Avenida Lugo y a un viejo casco histórico donde se encuentran el Ayuntamiento o "Concello" de Melide, junto a la iglesia Sancti Spiritus.
En el 2012, cuando hacía el peregrinaje con dos amigos, nuestro arribo a Melide coincidió fortuitamente con unas celebraciones locales que escenifican también varias poblaciones gallegas: la Folíada... se trata de una fiesta popular -durante todo un fin de semana- que exalta la cultura y tradiciones gallegas a través de la música y la artesanía. En Melide celebran su Folíada hacia finales del mes de abril. Parte de esa experiencia se recogió en un vídeo-presentación, que pueden ver haciendo clic en este enlace (atención al minuto 2:20) :
Había dejado atrás Melide cuando el cielo comenzó a encapotarse. La ruta a seguir va alternando largos tramos de carretera y caminos que surcan bosques sombreados por frondosos árboles, además de prados y fincas donde crían vacas. Comienza a llover, a veces con fuerza y otras más débilmente; el mal clima se impone y renuncio a tomar fotografías. Hay senderos donde puede uno caminar sobre piedras que permiten evitar los arroyos provocados por las lluvias. Pierdo la noción del tiempo y me domina un pensamiento: llegar a mi objetivo del día (Arzúa):
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La caminata se me hacia interminable cuando por fin entro en Arzúa. Tenía un cansancio mayor al habitual y necesitaba cumplir con la rutina acostumbrada: tomar alguna bebida caliente, darme un baño tibio, cambiarme de ropa, secar las humedecidas botas, cargar las baterías de mi cámara y dedicar algún tiempo a una incipiente nueva ampolla en mi pie.
Decido entonces ir a un hostal antes que un albergue, en busca de un poco de aislamiento. Nuevamente la llovizna amenazaba transformarse en lluvia franca; eran poco más de las 6 pm y oscurecía rápidamente. Caminaba por alguna avenida principal cuando vi a tres personas protegiéndose bajo sus paraguas, esperando a un autobús que ya se acercaba.
-¿A dónde se dirige ese autobús? ...pregunté
---...pues a O Pedrouzo, Lavacolla, Santiago... ¿Dónde quiere llegar Ud.?
- "...a O Pedrouzo" - respondí
Me pareció brevísimo el tiempo que necesitó el autobús para recorrer esos 18 kms entre Arzúa y O Pedrouzo: probablemente fueron unos 20 minutos (caminando serían varias horas). Esa noche me alojé en una pensión residencial más bien pequeña pero con habitaciones que tienen baño propio y calefacción. Salí a cenar cualquier cosa y no tardé en regresar, para echarme a la cama y dormir temprano.
Mi destino mañana es Monte de Gozo, la última parada antes de entrar a Santiago...
La caminata se me hacia interminable cuando por fin entro en Arzúa. Tenía un cansancio mayor al habitual y necesitaba cumplir con la rutina acostumbrada: tomar alguna bebida caliente, darme un baño tibio, cambiarme de ropa, secar las humedecidas botas, cargar las baterías de mi cámara y dedicar algún tiempo a una incipiente nueva ampolla en mi pie.
Decido entonces ir a un hostal antes que un albergue, en busca de un poco de aislamiento. Nuevamente la llovizna amenazaba transformarse en lluvia franca; eran poco más de las 6 pm y oscurecía rápidamente. Caminaba por alguna avenida principal cuando vi a tres personas protegiéndose bajo sus paraguas, esperando a un autobús que ya se acercaba.
-¿A dónde se dirige ese autobús? ...pregunté
---...pues a O Pedrouzo, Lavacolla, Santiago... ¿Dónde quiere llegar Ud.?
- "...a O Pedrouzo" - respondí
Me pareció brevísimo el tiempo que necesitó el autobús para recorrer esos 18 kms entre Arzúa y O Pedrouzo: probablemente fueron unos 20 minutos (caminando serían varias horas). Esa noche me alojé en una pensión residencial más bien pequeña pero con habitaciones que tienen baño propio y calefacción. Salí a cenar cualquier cosa y no tardé en regresar, para echarme a la cama y dormir temprano.
Mi destino mañana es Monte de Gozo, la última parada antes de entrar a Santiago...
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SIGUE:
O PEDROUZO - MONTE DO GOZO
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LA CAMINATA (Comentarios / introducción)
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